El modelo de Grinold y Kroner -a veces denominado modelo G-K- es una teoría financiera que proporciona una fórmula para calcular la rentabilidad esperada de una acción o un índice bursátil en relación con un activo sin riesgo de crédito.
El modelo fue desarrollado por Richard C. Grinold y Kenneth F. Kroner y ha sido una herramienta para analistas financieros y gestores de inversiones.
Este modelo establece que la rentabilidad esperada de una acción o índice bursátil (E[R]) es la suma de la rentabilidad por dividendos, la inflación esperada, el crecimiento de los beneficios, las variaciones de las acciones en circulación y las variaciones de la relación precio/beneficios (PER).
La representación matemática del modelo de Grinold y Kroner es la siguiente:
Donde:
CFA Nivel 3 (2021) | Expectativas del mercado de capitales: Modelo de Grinold-Kroner
En un estudio realizado en 2011, Grinold, Kroner y Siegel proporcionaron una estimación empírica de los datos del modelo de Grinold y Kroner.
Su investigación dio como resultado una estimación de la prima de riesgo de renta variable de entre el 3,5% y el 4%.
La prima de riesgo de la renta variable es la diferencia entre el rendimiento total esperado de un índice de renta variable ponderado por la capitalización y el rendimiento de un bono del Estado sin riesgo (en este caso, un bono a 10 años).
Esto significa, por ejemplo, que si un bono del Estado a 10 años rinde un 3%, un inversor en una determinada acción (o en el mercado bursátil) puede esperar exigir una rentabilidad del 6,5% al 7% a lo largo del tiempo.
La contrapartida de esta rentabilidad sería el PER (1/0,065 = 15,4x, 1/0,07 = 14,3x).
El controvertido modelo de la Fed es una interesante extensión del modelo de Grinold y Kroner.
Este modelo compara el rendimiento de los beneficios (el inverso del ratio VC) con el rendimiento nominal de los bonos del Tesoro a 10 años.
Implica que si el rendimiento de los beneficios es superior al rendimiento del Tesoro a 10 años, la renta variable está infravalorada y viceversa.
Aunque tiene sus detractores, el modelo de la Fed se utiliza a menudo como indicador rápido y preciso de la valoración del mercado.
Aunque el modelo proporciona un marco para comprender los determinantes de la rentabilidad de las acciones, también tiene varias limitaciones.
He aquí algunas de las principales limitaciones del modelo Grinold-Kroner:
El modelo G-K se basa en supuestos simplistas que pueden no reflejar la complejidad de los mercados reales.
Por ejemplo, asume que los rendimientos esperados vienen determinados únicamente por los dividendos, el crecimiento de los beneficios y los cambios en los ratios de valoración, descuidando así otros factores que pueden influir en los precios de las acciones.
El modelo se basa en gran medida en datos históricos para estimar la rentabilidad futura.
Sin embargo, la rentabilidad pasada puede no ser un indicador fiable de la rentabilidad futura, especialmente durante periodos de cambios estructurales o de mercado significativos.
El modelo G-K parte del supuesto de que a los inversores sólo les preocupan la media y la varianza de los rendimientos, medidas por la rentabilidad esperada y la volatilidad del mercado.
Este supuesto no tiene en cuenta la complejidad del riesgo, como el riesgo de cola o las distribuciones no normales de los rendimientos.
El modelo no tiene en cuenta la influencia del sentimiento del mercado, la psicología de los traders e inversores o los sesgos de comportamiento en los precios de los activos.
Estos factores pueden tener un impacto significativo en los precios de mercado y pueden dar lugar a desviaciones de las predicciones del modelo.
El modelo G-K no incorpora explícitamente determinadas variables macroeconómicas que pueden afectar a los precios de los activos y que pueden tener una influencia sustancial en el rendimiento de las acciones.
Ignorar estos factores puede limitar la capacidad del modelo para predecir con exactitud los precios de los activos.
El modelo G-K se centra principalmente en factores nacionales y puede no captar adecuadamente el impacto de la dinámica de los mercados mundiales, el comercio internacional o los flujos de capital transfronterizos en los rendimientos de la renta variable.
El modelo G-K requiere estimaciones precisas de variables como las tasas de crecimiento de los dividendos y los cambios en los ratios de valoración.
Sin embargo, estas estimaciones pueden ser difíciles de determinar, y pequeños cambios en los supuestos de entrada pueden dar lugar a variaciones significativas en los rendimientos previstos.
El modelo parte de la base de unos mercados sin fricciones y no tiene en cuenta los costes de transacción, el impacto del mercado ni otros gastos relacionados con el trading.
En la realidad, estos costes pueden afectar significativamente a la rentabilidad de la inversión y provocar desviaciones respecto a las predicciones del modelo.
Una gran parte de las finanzas está vinculada al concepto de expectativas. Si tomo esta decisión, ¿qué obtendré?
El modelo de Grinold y Kroner ofrece un marco analítico para determinar la rentabilidad esperada de una acción o un índice bursátil.
Incorpora una serie de factores como la rentabilidad de los dividendos, la inflación esperada, el crecimiento real de los beneficios, los cambios en las acciones en circulación y los cambios en la relación precio/beneficios.
Aunque se trata de un modelo complejo, proporciona a los inversores un enfoque global para evaluar los rendimientos potenciales.
El modelo también sirve de base para otros modelos y análisis financieros, incluido el modelo de la Fed, lo que supone una importante contribución a la teoría financiera moderna.