El modelo de tres factores Fama-French es un modelo estadístico formulado en 1992 por Eugene Fama y Kenneth French, ambos colegas de la Booth School of Business de la Universidad de Chicago en aquel momento.
Eugene Fama, ganador del Premio Nobel de Economía en 2013, diseñó este modelo para ayudar a predecir y comprender los rendimientos del mercado de valores.
Los tres factores de este modelo son:
El modelo de 5 factores incluye:
El primer factor, el exceso de rentabilidad del mercado, resume la idea de que una inversión en el mercado bursátil en su conjunto debería rendir más que una inversión en un instrumento sin riesgo, como un bono del Estado.
El segundo factor reconoce que las empresas más pequeñas tienden a obtener mejores resultados que las grandes.
Este factor refleja el riesgo inherente a la inversión en estas empresas más pequeñas, que son más volátiles y pueden no tener un historial financiero tan estable como las empresas más grandes y consolidadas.
El tercer factor se refiere a la relación entre el valor contable de una empresa y su valor de mercado.
El modelo postula que las empresas con una elevada relación entre el valor contable y el valor de mercado tienden a obtener mejores resultados que las que tienen una relación baja, incluso cuando se tienen en cuenta otros riesgos.
Sin embargo, estos dos últimos factores son objeto de debate.
Algunos investigadores sostienen que la prima de pequeña capitalización puede no ser tan consistente como sugiere el modelo, y que la prima de valor puede no aplicarse a todas las condiciones de mercado.
A pesar de estas críticas, el modelo de tres factores de Fama-French ha seguido siendo un avance importante en el campo de las finanzas, ayudando a los operadores/inversores a comprender y prever mejor los rendimientos de la renta variable.
En 2014, Fama y French ampliaron su modelo añadiendo dos factores adicionales: rentabilidad e inversión.
El factor de rentabilidad, conocido como RMW (Robust Minus Weak), mide la diferencia de rendimiento entre las empresas con alta rentabilidad operativa y aquellas con baja rentabilidad operativa.
El factor de inversión, o CMA (Conservative Minus Aggressive), compara los rendimientos de las empresas que invierten de forma conservadora con las que lo hacen de forma agresiva.
En EE.UU., de 1963 a 2013, la adición de estos dos factores hizo redundante el factor "alto menos bajo" (HML).
Las series temporales de rendimientos HML se explicaron completamente por los otros cuatro factores, en particular el CMA, que tenía una correlación de 0,7 con HML.
Los rendimientos de estas carteras covarian positivamente con SMB (Small Minus Big) y negativamente con RMW (Robust Minus Weak) y CMA (Conservative Minus Aggressive), lo que da lugar a un alfa de cinco factores significativamente negativo.
Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, el modelo de cinco factores ha demostrado mejorar el poder explicativo de los rendimientos de la renta variable en relación con el modelo de tres factores.
Aunque el factor momentum no se incluyó inicialmente en el modelo, algunos expertos, como Cliff Asness, antiguo alumno de doctorado de Eugene Fama y cofundador de AQR Capital, han defendido su lugar en el mundo financiero.
Según Asness, la dinámica de una acción -la velocidad a la que se mueve su precio- puede tener un efecto significativo en su rentabilidad y, por tanto, debe tenerse en cuenta en cualquier modelo completo de valoración de activos.
También ha habido algunas críticas a la forma en que Fama y French miden la rentabilidad.
Por ejemplo, Foye (2018) probó el modelo de cinco factores en el Reino Unido y planteó dudas.
Foye cuestiona la forma en que Fama y French miden la rentabilidad y señala que el modelo de cinco factores no logra ofrecer un modelo convincente de valoración de activos para el Reino Unido.
Más allá de la falta de dinamismo, el modelo de cinco factores ha suscitado otras preocupaciones y el debate sobre el mejor modelo de valoración de activos aún no se ha zanjado.
Independientemente de estos debates, los modelos Fama-French siguen siendo bien conocidos y ampliamente utilizados en la industria financiera, apuntalando muchas estrategias de inversión y sirviendo de herramienta para comprender las múltiples facetas de la dinámica de la fijación de precios de los activos.
Eugene Fama Por qué las pequeñas capitalizaciones y las acciones de valor obtienen mejores resultados
El modelo Fama-French de tres factores es un modelo estadístico introducido por Eugene Fama y Kenneth French en 1992.
Su objetivo es explicar la rentabilidad de las acciones de una empresa en función de tres factores:
Este modelo se basa en el Capital Asset Pricing Model (CAPM), al que añade dos factores adicionales para explicar mejor las variaciones de los rendimientos bursátiles.
El modelo de cinco factores de Fama French es una ampliación del modelo de tres factores introducido en 2014.
Este modelo añade dos factores adicionales:
Estos factores adicionales permiten afinar la capacidad predictiva del modelo, pero su significado e interpretación son objeto de un debate académico permanente.
Los modelos Fama French de tres y cinco factores son importantes para la gestión de carteras y la valoración de activos.
Proporcionan un método empírico para predecir y analizar los rendimientos de la renta variable basándose en factores distintos de los rendimientos del mercado por sí solos.
Estos modelos ayudan a los gestores de carteras a identificar los factores de riesgo que afectan a los valores de una cartera y a ajustar sus estrategias en consecuencia.
El Capital Asset Pricing Model (CAPM) calcula la rentabilidad esperada de una inversión teniendo en cuenta su riesgo sistemático, representado por el coeficiente beta.
Establece que la rentabilidad esperada de un valor es igual al tipo sin riesgo más la beta multiplicada por el exceso de rentabilidad del mercado.
Los modelos de Fama y French amplían el CAPM incluyendo factores adicionales como el tamaño, el valor, la rentabilidad y la inversión en la explicación de los rendimientos bursátiles.
Estos modelos son, por tanto, potencialmente más precisos e informativos que el CAPM.
Los factores de rentabilidad e inversión del modelo de cinco factores son objeto de debate académico, ya que estos dos factores pueden explicar completamente los rendimientos altos menos los bajos (HML), haciendo que el factor HML sea redundante.
También hay quien cuestiona la correcta medición de la rentabilidad y la aplicabilidad general del modelo a mercados distintos del estadounidense.
Aunque el modelo de cinco factores mejora el poder explicativo de los rendimientos de la renta variable en comparación con el modelo de tres factores, no consigue explicar completamente todas las carteras.
Por ejemplo, las carteras compuestas por pequeñas empresas que invierten mucho a pesar de su baja rentabilidad obtienen malos resultados con este modelo.
Además, se han planteado dudas sobre la medición de la rentabilidad del modelo y su capacidad para proporcionar un modelo convincente de valoración de activos para mercados como el británico.
Aunque Fama y French no incluyeron un factor de impulso en su modelo, Cliff Asness, antiguo estudiante de doctorado de Eugene Fama, abogó por su inclusión.
En su opinión, el momentum, es decir, la tendencia de los precios de las acciones a seguir subiendo a corto plazo, es un factor importante que influye en la rentabilidad de las acciones y, por tanto, debería tenerse en cuenta en el modelo.
Sin embargo, esta propuesta sigue siendo objeto de debate en la comunidad académica.
Las principales limitaciones de los modelos Fama-French de 3 y 5 factores son las siguientes:
Así pues, aunque útiles, los modelos Fama-French tienen limitaciones como modelos estadísticos que pueden no predecir con fiabilidad rendimientos futuros o proporcionar información en profundidad sobre el proceso de generación de rendimientos.
Los inversores/traders deben ser cautelosos a la hora de confiar demasiado en este tipo de modelos para tomar decisiones de trading/inversión.