Colombia es, por supuesto, mucho más popular como productor de café que como centro de comercio de divisas. Sin embargo, su sector financiero está relativamente bien desarrollado, con algunas reglas establecidas para los corredores de divisas y las instituciones a cargo de los mercados de derivados OTC.
Dicho esto, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) es el organismo gubernamental responsable principalmente de supervisar el mercado de acciones y derivados en Colombia. Su objetivo es preservar la estabilidad, la seguridad y la confianza del sistema financiero, así como promover la protección de los inversores.
El Banco de la República de Colombia (BRC) también tiene ciertas tareas relacionadas con el mercado de divisas. Por ejemplo, recientemente clasificó los contratos por diferencias (CFDs) como derivados financieros, lo que significa que todos los intermediarios extranjeros que ofrecen estos productos a ciudadanos colombianos deben ser considerados como agentes extranjeros autorizados bajo las regulaciones locales.
Bajo las leyes aplicables, los corredores de divisas y CFDs en Colombia deben tener un capital operativo mínimo de al menos 986 millones de pesos colombianos, revelar adecuadamente los costos asociados con sus operaciones y ser auditados regularmente, entre otras cosas.
Por supuesto, si usted es un residente colombiano, también puede operar a través de un corredor de divisas internacional, pero asegúrese de que sea de buena reputación y esté bien regulado. Por ejemplo, muchos corredores con licencia en Europa (Chipre o el Reino Unido, etc.) tienen una versión en español de sus sitios web y aceptan clientes de América Latina.
En cuanto a los métodos de pago más populares en el país, parece que la mayoría de la gente prefiere los medios tradicionales como las tarjetas de crédito y las transferencias bancarias, pero también utiliza Boloto, PagosOnline, Payza, PayPal, y otros.
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