A menudo se dice que "ver es creer". Aunque esto es a menudo el caso, en algunas situaciones, lo que usted percibe no es necesariamente una representación exacta de la realidad. Esto no significa que haya un problema con sus sentidos, sino que nuestras mentes tienden a introducir sesgos en el procesamiento de ciertos tipos de información y eventos.
En esta sección veremos cómo la confirmación y la retrospección afectan nuestras percepciones y decisiones posteriores.
Puede ser difícil descubrir algo o conocer a alguien sin tener una opinión preconcebida. Esta primera impresión puede ser difícil de evitar, ya que las personas también tienden a filtrar selectivamente y a prestar más atención a la información que respalda sus opiniones, mientras ignoran o racionalizan el resto. Este tipo de reflexión selectiva se denomina a menudo confirmación.
En cuanto a las inversiones, el sesgo de confirmación indica que es más probable que los inversionistas busquen información que respalde su idea original que que busquen información que la contradiga. Como resultado, este sesgo puede conducir a menudo a decisiones erróneas porque la información unilateral tiende a distorsionar el marco de referencia de los inversores, dejándolos con una imagen incompleta de la situación.
Por ejemplo, si un inversor escucha información de una fuente no auditada, se siente intrigado por la rentabilidad potencial. El inversionista puede elegir investigar las acciones para ver si su potencial es real.
Lo que sucede a menudo es que el inversor encuentra todo tipo de "banderas verdes" en esta inversión (como flujo de caja o una baja relación deuda/patrimonio), mientras que ignora las "banderas rojas" desastrosas desde el punto de vista financiero, como la pérdida de clientes importantes o la caída de los mercados.
Otro sesgo de percepción es el sesgo retrospectivo, que a menudo ocurre en situaciones en las que una persona cree (después del hecho) que la ocurrencia de un evento pasado era previsible y bastante obvia, cuando en realidad el evento no podía haber sido predicho razonablemente.
Muchos eventos parecen obvios en retrospectiva. Los psicólogos atribuyen el sesgo retrospectivo a nuestra necesidad innata de encontrar orden en el mundo creando explicaciones que nos permitan creer que los eventos son predecibles. Este sentido de curiosidad es útil en muchos casos, pero encontrar vínculos incorrectos entre la causa y el efecto de un evento puede llevar a simplificaciones incorrectas.
Por ejemplo, muchas personas afirman que las señales de la burbuja tecnológica de los años 90 y principios de la década de 2000 eran muy obvias. Este es un claro ejemplo de sesgo retrospectivo: si la formación de una burbuja hubiera sido obvia, probablemente no habría aumentado y finalmente habría estallado.
Para los comerciantes y otros participantes en el mundo financiero, el sesgo retrospectivo es una de las causas de una mentalidad potencialmente peligrosa: el exceso de confianza. En este caso, el exceso de confianza se refiere a la creencia infundada de los inversores o comerciantes que creen que tienen habilidades comerciales superiores.
El sesgo de confirmación representa una tendencia a centrarse en la información que confirma el pensamiento preexistente. El peligro del sesgo de confirmación es que ser consciente del problema no es suficiente para impedir que lo haga. Una manera de superar este sesgo sería encontrar a alguien que actúe como una "voz disidente de la razón". De esta manera, usted se enfrentará a un punto de vista contrario que debe ser examinado y tenido en cuenta.
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