Ripple (XRP) es una criptomoneda diseñada para facilitar los pagos globales, especialmente las transferencias internacionales. Su objetivo es agilizar y abaratar las transacciones transfronterizas, y se dirige tanto a los consumidores como a las instituciones financieras.
A 22 de febrero de 2025, XRP es la tercera criptomoneda más grande en términos de capitalización de mercado, por detrás de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH). Su capitalización de mercado se estima en 149.770 millones de dólares.
La red Ripple sigue atrayendo a prestigiosos socios del sector financiero. Entre las entidades que utilizan o están probando su tecnología figuran American Express, Bank of America Merrill Lynch, HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland, Santander, Unicredit y MoneyGram. Esta adopción demuestra la creciente confianza en las soluciones de Ripple para mejorar la eficiencia de los pagos internacionales.
En comparación con otras criptomonedas establecidas, XRP ofrece ventajas significativas en términos de velocidad de transacción. Mientras que las transacciones de Bitcoin pueden tardar más de una hora en confirmarse y las de Ethereum alrededor de dos minutos, los pagos con XRP suelen validarse en menos de cuatro segundos. Esta eficiencia hace del XRP una solución atractiva para pagos rápidos y seguros.
En primer lugar, hay que distinguir entre Ripple y XRP. Ripple es la empresa de tecnología que proporciona la infraestructura para facilitar estos pagos más rápidos. Describe a XRP como un "activo digital independiente", haciendo hincapié en que, aunque el token XRP se utiliza en su gama de productos, Ripple no controla la tecnología. La moneda digital XRP tiene un suministro máximo de 100.000 millones de fichas y Ripple posee aproximadamente el 60% de ellas.
Lo que es bastante confuso es que Ripple no está involucrado en el envío físico de dinero de un lugar a otro. En cambio, permite que se transfiera la promesa de pago.
Por ejemplo, si John, que vive en la ciudad de Nueva York, quiere enviar dinero a su amigo Pierre en Francia, para evitar los tipos de cambio y los retrasos, ambos pueden utilizar los servicios de Ripple. Como plataforma de pago, Ripple puede compararse con el antiguo sistema de transferencia de dinero Hawala en el mundo árabe.
Así es como funciona realmente Ripple. John va a un agente en Nueva York con 2.000 dólares y le da el dinero. A cambio, el agente le da un código especial. Luego el agente de Nueva York llama a su homólogo de París y le dice cuánto dinero ha recibido. Mientras tanto, John llama a Pierre para decirle el código especial que le dieron. Peter obtiene el dinero dándole el código al agente en París.
Es extraño pensar que un sistema medieval de confianza pueda tener un lugar en el mundo de la criptografía, pero esto es esencialmente lo que Ripple y XRP proporcionan. La única diferencia es que los validadores y las puertas de entrada ocupan el lugar de los agentes, lo que es mucho más difícil de explicar en un ejemplo sencillo.
Como una moneda, el XRP sirve como un activo neutral que puede representar cualquier cosa. John puede convertir sus dólares en XRP, y Peter puede tomar esos XRP y convertirlos en euros. Un ejemplo aún mejor de su utilidad reside en las monedas que no se intercambian comúnmente entre ellas. Si se quiere convertir el chelín ugandés en corona islandesa, a menudo habrá que cambiar los chelines por dólares y luego los dólares por coronas. Cada paso de este proceso atrae altos niveles de comisión, lo que gradualmente erosiona el valor de sus remesas. El objetivo declarado de Ripple Currency es remediar esta situación.
Lanzado en 2012 por Jed McCaleb y un equipo de desarrolladores, XRP ha experimentado importantes fluctuaciones en su valor. Tras alcanzar un máximo histórico de 3,84 dólares el 4 de enero de 2018, XRP cotiza actualmente en torno a los 2,59 dólares. Esta variación refleja la dinámica del mercado de criptomonedas y la cambiante demanda de XRP.
Ripple se vio envuelta en una disputa con la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que alegó que XRP era un valor no registrado. La evolución de este caso ha repercutido en el precio del XRP y en su percepción por parte de los inversores. Sin embargo, Ripple sigue defendiendo su posición y promoviendo el uso de XRP en el sector financiero.
El futuro de XRP dependerá de una variedad de factores, incluidos los desarrollos regulatorios, la adopción continua por parte de las instituciones financieras y la dinámica general del mercado de criptomonedas. La capacidad de Ripple para navegar por el panorama regulatorio y demostrar el valor añadido de su tecnología será crucial para determinar la trayectoria futura de XRP.
Además, la SEC ha comenzado a revisar la solicitud de ETF de XRP de Grayscale y ha fijado el 18 de octubre de 2025 como fecha límite para el anuncio de su decisión. A pesar del litigio en curso entre el regulador financiero y Ripple Labs, las esperanzas de un resultado favorable siguen siendo altas, reforzadas por la nueva postura pro cripto del presidente estadounidense y la llegada de nuevos reguladores financieros. Estos acontecimientos podrían marcar un punto de inflexión decisivo para XRP, mejorando la confianza de los inversores y acelerando su adopción en el sector financiero.
El XRP está disponible en la mayoría de las principales bolsas de valores y puede almacenarse en una cartera. ¿Quién acepta a Ripple como medio de pago? Para ser honesto, no hay muchos lugares en el mundo que acepten este dinero encriptado para las compras diarias, principalmente porque este no es el principal propósito del XRP. Mientras Bitcoin y Ethereum intentan acercarse al dólar americano y a otras monedas fiduciarias, Ripple está destinado a un segmento de mercado completamente diferente.
Brokers | Oficina central | Licencia | Consulte | Abrir una cuenta |
---|---|---|---|---|
![]() | Hong Kong Malta | AMF, CNMV, OAM, MSB CBB, MVP, FSA | Binance | ![]() |
![]() | EE.UU. | AMF, FinCEN, FINTRAC, FCA, AUSTRAC, OAM, JFSA, CNMV, CBI, DNB, FSRA | Kraken | ![]() |
![]() | Austria | AMF, FMA, MiCAR, FCA | Bitpanda | ![]() |
* AMF : Francia, CNMV: España, FCA: Reino Unido, OAM: Italia, FSA: Suecia, MSB / FINTRAC: Canadá, CBB: Bahréin, MVP: Dubai, FinCEN / FSA: EE.UU., AUSTRAC: Australia, FMA: Austria, CBI: Irlanda, JFSA: Japón, DNB: Países Bajos, FSRA: Abu Dhabi, MiCAR: Alemania. |
Ripple es una empresa tecnológica que proporciona una infraestructura para facilitar pagos internacionales rápidos y de bajo coste. XRP es la criptomoneda asociada utilizada para estas transacciones.
Ripple es la empresa que desarrolla soluciones de pago, mientras que XRP es un activo digital independiente utilizado en estas soluciones. Ripple no controla directamente XRP, aunque sí posee una parte importante del mismo.
XRP permite realizar transacciones rápidas (menos de 4 segundos) y de bajo coste, a diferencia de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), que requieren más tiempo para confirmar las transacciones.
Instituciones como American Express, Bank of America Merrill Lynch, HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland, Santander, Unicredit y MoneyGram han adoptado o probado la tecnología Ripple.
XRP está pensado principalmente para transacciones interbancarias e internacionales más que para compras cotidianas. Pocas empresas aceptan XRP directamente como medio de pago.